15 Jul 2009

Frailecillos a dos palmos de mi cabeza

Etapa 10
Miércoles 15-Jul-2009: Frailecillos a dos palmos de mi cabeza.
Brjanslaekur-Latrabjarg-Brjanslaekur: 0 Km en GSita, todo en minibus.


Vaya nochecita...

Mira que estaba hecha polvo, pero me he despertado un montón de veces debido a los aullidos del viento... Daba un poco de miedo y todo...

Me he levantado antes que tocase el despertador y he estado un rato dándole vueltas al mapa. Que hago? Continuo hacia el Norte y me hago todos los fiordos del oeste, o bien vuelvo a la península de Snaefellsnes que me quedó por ver? Viendo el mapa, la opción mas 'elegante' es continuar hacia el Norte, pero allí me 'acechan' las por mi tan temidas carreteras sin asfaltar... Y el tiempo esta feucho... nublado, nublado y el viento sigue soplando... Que hago??? Al final se impone la lógica. Con el viento solo, puedo. Con las carreteras sin asfaltar, quizás puedo. Pero con todo junto... Demasiao pal cuerpo... Que estoy de vacaciones, carai, quiero disfrutar, no sufrir... Además (ahora ya en plan terapia de auto-sugestión) en el norte no hay nada especial para ver... Una catarata chula y los fiordos... En cambio, en la península de Snaefellsnes hay un glaciar y varios acantilados de esos llenos de pájaros que tanto me gustan...

Decidido, mañana voy pabajo otra vez!

Me voy a desayunar con la sensación de haber dado un paso adelante.

Después de desayunar hago algunas llamadas para reservar ferry y alojamiento para los dos próximos días. Todo OK.

Me preparo unos bocatas para llevarme...

Entre una cosa y la otra, se hace la hora en que me van a venir a recoger para ir a los acantilados de Latrabjarg.

Cojo todo lo que necesito, le doy un coscorroncito cariñoso a la GSita y bajo hasta la carretera a esperar el minibus.

Se acerca uno. Ni me mira, no debe ser el mio. Otro... también pasa de mi.

Al final se para uno. Se baja el chófer y me pregunta si soy la que va a Latrabjarg. Este es el mio!

En realidad no es un minibus, sino una furgo con asientos.

Esta lleno de backpackers jovencitos y mochilas. Pienso que me hubiese gustado viajar así cuando era mas jovencita...

Me voy hasta el final donde quedaba el ultimo asiento libre y me acomodo como buenamente puedo entre las mochilas y demás bártulos...

Nos ponemos en marcha y me da la impresión que la furgo va muy deprisa... No, no es una impresión mía, es la pura realidad... En poco rato avanzamos a los dos minibuses que había visto antes... Uffff, da un poco de yuyu... Fijo que me ha tocado el conductor mas racing de todos los fiordos del oeste (y el señor es mayor que mi padre!)...

Confirmado, es un Loew a la islandesa... no hay coche, 4x4 o minibus que se nos resista... Cuando se acaba el asfalto, el tío ni se inmuta... continuamos siendo los mas rápidos adelantando TODO lo que se mueve...

La zona sin asfaltar no es tan jodida como me la habían pintado... Me había imaginado un pedregal pero no era así. Si que es cierto que había mucha gravilla y que en muuuchos trozos el suelo estaba ondulado de narices... Pero creo que lo hubiese podido hacer (evidentemente, a mi ritmo y con la moto sin carga...). Ahora me daba un poco de rabia no haberlo hecho con la GSita... Pero bueno, seamos positivos... la GSita ha sufrido menos y yo en el autobusito tardo menos y voy mas relajada...

Cada vez nos acercamos mas a Latrabjarg... Estoy nerviosa... Llevo mucho tiempo esperando ver esto... Es uno de los mayores objetivos (si no el principal) del viaje... No puedo esperar a ver los frailecillos a dos metros de mi...

Llegamos, acordamos hora de partida con el chófer-piloto y me voy corriendo al extremo del primer acantilado, donde veo gente tumbada en el suelo mirando pabajo...

Me tumbo yo también, pues el viento sopla fuerte y no da mucha confianza ir andando al borde del precipicio...

Y allí está!!! Mi primer frailecillo a dos/tres metros de mi. Que cositaaaaaaaaaaaaaaaaa!!! Oh, quien pudiera cogerlo y darle un achuchón...

Me harto de hacerle fotos y un poco mas relajada ya, miro a mi alrededor.

La zona es A-C-O-J-O-N-A-N-T-E.

Los acantilados se extienden sin fin. Allí hay días de trabajo a verlo todo...

Pero bueno, para lo que quiero ver yo, con los dos o tres primeros acantilados me bastara...

Continuo viendo frailecillos casi al alcance de la mano. Que riquines que son...

Me voy al extremo de uno de los acantilados donde no hay nadie y donde hay una muy buena vista del acantilado de enfrente. Me tumbo, me saco un bocata, cojo los prismáticos y empiezo a recorrer los distintos “pisos” observando a los distintos inquilinos... Frailecillos, Gaviotas Tridáctilas, Alcas Comunes, Araos comunes, Araos de Brunnich... Los de siempre, ya lo sé, pero no dejan de fascinarme...

Os imagináis poder tiraros de un acantilado y volar como ellos???

Estaba yo absorta en mis observaciones cuando de golpe me pasa una cosa gigante por delante de los prismáticos... Uhuuuuuuuuuu, un frailecillo, a dos palmos de mi cabeza!!! No se quien se ha asustado mas, si el frailecillo o yo... Me quedo quieta sin moverme. El tío empieza a batir las alitas (y yo pensaba que se iba a ir) pero se lo piensa mejor y se queda. Se acicala las plumas... Y yo alucinada... Si alargase la mano, casi lo podría tocar!!! Que preciosidad de animal... Y pensar que a los pobrecillos se los comen... Hecho mano de la cámara sin moverme mucho y le hago unas cuantas fotos (sin nada de zoom!). El tío aguanta estoicamente... Hasta el momento en que me sale la vena creativa y decido hacerme un autoretrato con el frailecillo de fondo... Cuando me doy la vuelta y levanto la cámara, lo asusto y el pobrecillo se va... Me siento un poco mal...

Me dirijo al siguiente acantilado y allí la principal atracción eran las gaviotas tridáctilas y sus polluelos... Que cositassssssssssss!!! Cubiertos de plumón gris y comiendo todo lo que sus mamis les daban... Que bonitossssssssssssssss!!! Nunca había visto una cosa así en vivo... (millones de veces en los documentales de la tele, pero nunca 'en directo'...). La verdad es que me tenían un poco intranquila, pues veías a los pollitos en los mini-nidos al borde del precipicio y me daba miedo que se cayeran...

Casi sin darme cuenta se hace la hora de irnos y regreso al minibus. La vuelta, en la linea de la ida: a fondo! Pero me da igual... Estoy en una nube... El paisaje es precioso, esta tarde he estado en el punto mas al oeste de Europa, he visto un montón de aves marinas en su hábitat natural y he tenido un frailecillo a dos palmos de mi cabeza... No se puede pedir mas...

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